A través de un contrato directo con Cruzados S.A. desde el 2023 a la fecha hemos participado a través del servicio de Inspección Técnica de obra, en el proyecto denominado Obras Modernización Estadio San Carlos de Apoquindo - Claro Arena, el estadio más moderno y confortable de Chile. El nuevo recinto tendrá una capacidad de 20 mil espectadores, transformándose en un espacio multipropósito con altos estándares de operación y seguridad, conectividad 5G, y será uno de los estadios más sustentables de Latino América.
La participación de DRS Gestión Integral de Proyectos Limitada en el proyecto de modernización del Estadio San Carlos de Apoquindo - Claro Arena ha sido fundamental para el éxito de esta obra emblemática. Desde la adjudicación del contrato, la solidez y experiencia de DRS en la inspección técnica de obras (ITO) fueron determinantes para que Cruzados S.A. confiara en la empresa la supervisión de un proyecto de esta magnitud, que no solo implica
Datos de contacto de la empresa postulante | |
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Nombre Encargado/a | Ruben Ivan Zenteno Salazar |
Cargo | Gerente de Estudios Corporativo |
Correo | rzenteno@drs.cl |
Antecedentes de la empresa postulante | |
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Cantidad de colaboradores/as | 800 |
Años de funcionamiento | 45 |
Sucursales | 2 |
Tipo de participación de la empresa | Contrato directo con el mandante |
El proyecto consiste en la modernización del estadio de la Universidad Católica el cual contempla más de 25.000 m2 de nuevas obras, al servicio de eventos masivos y otros de carácter corporativo y sociales.
En el ámbito financiero, el proyecto contempla una inversión de mas de 50 millones de dólares + IVA que incluye los costos de construcción, medidas de mitigaciones viales y ambientales, proceso de ingeniería y asesores externos.
El proyecto ha requerido la coordinación de más de 28 especialidades de diversas áreas, como audio, cancha, sistemas, iluminación, entre otras. Debido a su envergadura y a su carácter único en Latinoamérica, ha demandado un mayor nivel de estudio de normativas internacionales, así como la especialización continua de nuestros profesionales.
En este contexto, la adaptación constante de los procesos y el control de cambios han sido factores clave para el éxito del proyecto. Para ello, se ha implementado el uso de tecnologías como BIM, permitiendo registrar modificaciones y monitorear el avance de la obra con precisión.
Además, el proyecto ha estado expuesto mediáticamente por tratarse de un recinto deportivo de alto estándar para uno de los equipos más populares de Chile. Esta situación, sumada al interés de la empresa Claro por participar en el desarrollo, ha requerido la adaptación del diseño para permitir la realización de eventos masivos como conciertos y espectáculos. Como resultado, el recinto ha adquirido la categoría de arena de espectáculos, lo que ha elevado aún más las exigencias normativas y técnicas.
Todo esto ha sido posible gracias al compromiso del equipo profesional en terreno, la colaboración del contratista, el involucramiento del mandante y la efectiva dirección del gerenciamiento del proyecto.
Si bien el plazo original del contrato se ha extendido en13 meses, con la planificación actual proyectando la finalización del proyecto para el segundo semestre de 2025, es importante destacar que esta extensión ha sido validada por todas las partes involucradas.
El ajuste en el cronograma responde a modificaciones en la planificación original, así como a la incorporación de nuevos proyectos dentro del alcance como son las vigas laminadas. Por lo tanto, aunque el plazo se ha ampliado, es ampliamente reconocido que, sin la gestión eficiente de los equipos en terreno y las negociaciones del mandante, el impacto de los retrasos habría sido significativamente mayor.
El proyecto ha contado con una dotación promedio de 206 trabajadores, alcanzando un peack máximo de 400 trabajadores, incluyendo subcontratos, de los cuales el 54% restante de divide en subcontratos y contratos directos del mandante.
Es importante destacar que el desarrollo de infraestructura deportiva en Chile ha avanzado a un ritmo lento, lo que ha resultado en un bajo nivel de especialización en este tipo de proyectos. En este contexto, la ejecución de esta obra ha sido clave para el fortalecimiento de capacidades técnicas y la acumulación de experiencia en desarrollos de alto estándar.
Además, este proyecto no solo contribuye al crecimiento del sector a nivel nacional, sino que también abre oportunidades para la exportación de talento y conocimientos a otros países de Latinoamérica. Asimismo, ha permitido la adopción de tecnologías innovadoras, como la reutilización de aguas grises, plantas fotovoltaicas y accesibilidad universal, estableciendo un precedente en la construcción de recintos de esta magnitud para nuestro país.
DRS ha logrado los mejores estándares de seguridad y salud ocupacional, obteniendo el reconocimiento más alto en esta categoría que consiste en las 6 estrellas de seguridad por la CCHC, es así como también por ser un proyecto mediático, ha exigido al proyecto la incorporación de las siguientes preventivas medidas:
El proyecto se encuentra emplazado dentro del radio urbano de la ciudad, lo que ha requerido una gestión efectiva de la relación con la comunidad en aspectos claves como permisos municipales, control de polución y cumplimiento de normativas acústicas. Estos desafíos han sido manejados de manera eficiente gracias al trabajo coordinado entre el equipo de gerenciamiento, el mandante y el contratista.
Además, al tratarse de un recinto deportivo con una historia ligada a la Universidad Católica, el proyecto ha tenido un impacto positivo tanto en la comunidad local como a nivel nacional. Su desarrollo promueve la vida sana y amplía la disponibilidad de infraestructura para la práctica deportiva, beneficiando a diversas instituciones y municipalidades de distintas zonas del país. De esta manera, el proyecto no solo fortalece el deporte, sino que también incrementa su rentabilidad social, consolidándose como un aporte significativo para la comunidad.
Importante es destacar que, en la génesis del proyecto, y como parte de la tramitación de la Declaración de Impacto ambiental (DIA), se realizaron dos procesos de participación voluntaria, uno voluntario y otro formal, para presentar el proyecto a la comunidad y recibir observaciones del mismo. Tras la obtención de la Resolución de Calificación Ambiental favorable (RCA), se comprometió la ejecución de un plan de compensación de emisiones a cargo del mandante.
Del mismo modo, se obtuvo la aprobación de un EISTU, el cual comprometió al mandante a realizar 15 obras de mitigaciones viales en el entorno del proyecto para atenuar los impactos viales durante la operación del nuevo recinto.
El proyecto no solo ha fomentado la práctica del deporte y la vida sana, sino que también ha puesto un fuerte énfasis en el manejo eficiente de los recursos y la reducción de la huella de carbono, consolidándose como un proyecto 100% sustentable. Entre los principales factores que destacan en este compromiso, se encuentran:
Butacas recicladas: Se llevó a cabo el retiro de casi 6.000 butacas del antiguo estadio, las cuales fueron recicladas por la empresa DVP para la elaboración de más de 2.000 de las nuevas butacas destinadas al Claro Arena, promoviendo así la reutilización de materiales y reduciendo los desechos.
Acero reciclado: Toda la chatarra generada durante el proceso de demolición del antiguo estadio fue entregada a la empresa AZA para su reutilización en la producción de fierro para la construcción, contribuyendo de manera significativa a la reducción de la huella de carbono asociada a la producción de acero nuevo.
Vigas de madera sustentable: Gracias a una alianza entre Cruzados y CMPC, se incorporaron al proyecto más de 1.600 m³ de Glulam (Glued Laminated Timber), un material a base de madera proveniente de bosques gestionados de manera sostenible y reconocido por ser carbono negativo. Su uso permite una reducción de emisiones de CO₂ hasta tres veces menor en comparación con construcciones equivalentes de hormigón armado, lo que representa aproximadamente 1.500 toneladas de CO₂ evitadas en este proyecto.
El Glulam se utilizará en la fachada del recinto, donde constituirá el 30% de los materiales, y también en la estructura del techo del estadio como una solución constructiva innovadora, con vigas arquitectónicas de hasta 30 metros de largo, convirtiéndose en una de las iniciativas más ambiciosas de su tipo no solo en Chile, sino en toda América Latina.
Reforestación con árboles nativos: Como parte de la misma alianza, el proyecto contempla la plantación de 1.000 árboles nativos en el entorno del recinto, los cuales no solo compensarán las emisiones generadas durante la construcción, sino que también enriquecerán el paisaje, favorecerán la polinización natural y optimizarán el uso de recursos hídricos gracias a especies de bajo consumo de agua.
Reciclaje de aguas grises: Se ha planificado la instalación de una planta de tratamiento de aguas grises, que permitirá reducir el consumo de agua potable en aproximadamente un 10%, optimizando el uso de este recurso en las instalaciones del estadio, especialmente para riego de la cancha.
Energía 100% renovable: El proyecto se convertirá en el primer recinto deportivo 100% sustentable de Chile gracias a un acuerdo con Enel y Enel X para garantizar el suministro de energía limpia.
Se instalará una planta fotovoltaica de autogeneración, capaz de abastecer el funcionamiento normal del recinto en días sin eventos masivos.
Adicionalmente, el estadio estará respaldado por un contrato de suministro de energía eléctrica certificada de origen renovable, con un consumo estimado de 2,4 GWh/año durante los próximos seis años. La energía provendrá de fuentes solares, eólicas, hidráulicas o geotérmicas del Grupo Enel, consolidando al nuevo estadio como el primer estadio sostenible del país.
Se instalarán cuatro cargadores para vehículos eléctricos.
Cancha Sintética: Se instalará una nueva cancha sintética, que permitirá ahorrar más de un 70% del consumo que genera una cancha de pasto natural.
En conjunto, estas iniciativas no solo refuerzan el compromiso con la sostenibilidad y la innovación tecnológica, sino que también posicionan al proyecto como un referente de infraestructura deportiva sustentable en América Latina.
La innovación y la tecnología también han sido un pilar fundamental en esta inversión, considerándose al proyecto lo siguiente:
Ultimas tecnología en pantallas: Dos videomarcadores, pantallas perimetrales, y cartelería digital serán algunos de los lugares donde Samsung aportará con equipos de última tecnología. En total serán más de 200 metros cuadrados en pantallas que vestirán al nuevo recinto, y dentro de ellas destacan, muros Microled de 110 pulgas para una realidad más inmersiva, imágenes mejoradas con inteligencia artificial, Marcadores LED Outdoor, de 44 m2 y 120 m2 de pantallas LED Perimetrales.
Alta Tecnología en Pasto sintético: A pesar de que la inversión del pasto sintético es casi tres veces mayor a la construir una de pasto natural, se optó por esta solución ya que en la actualidad el uso de este tipo de pasto alcanzado nivel de tecnología e innovación muy importantes, que garantizan una alta calidad de la superficie los 360 días del año, con alta intensidad de uso y una gran sensación de juego para los futbolistas. Cuenta con mantenimiento sencillo y con altos estándares de sustentabilidad.
Conectividad 5G: Claro, un líder latinoamericano en telecomunicaciones haya alcanzado esta alianza con Cruzados incorporando tecnología 5G al recinto. El Claro Arena, un estadio con full conectividad 5G, ofrecerá una experiencia única para todos los asistentes. Este recinto, el más moderno de Sudamérica, será un símbolo de innovación: un espacio multipropósito diseñado para unir a las personas y promover la entretención y la vida sana.
Monitoreo y control de obras a través de vuelos Drone: El monitoreo y control mediante drones permite una supervisión precisa y continua del avance del proyecto, optimizando los procesos constructivos. Esta tecnología ofrece una solución integral para la gestión de grandes obras, proporcionando información detallada a partir de vuelos programados que capturan datos visuales y geoespaciales.
Se diseñan rutas de vuelo predefinidas utilizando software de planificación de misiones, asegurando la cobertura total del terreno y de las estructuras en construcción.
Durante los vuelos, los drones equipados con cámaras multiespectrales, láseres LiDAR y sensores GNSS recopilan información georreferenciada. Los datos obtenidos se procesan mediante software especializado
Con la información procesada se realiza una comparativa entre el estado actual de la obra y el proyecto ejecutivo, identificando desviaciones y posibles retrasos.
Los informes generados incluyen visualizaciones en 3D, mapas de progreso y análisis de discrepancias. Esto facilita la toma de decisiones en tiempo real, la coordinación entre los diferentes equipos de trabajo y la comunicación con los inversionistas y supervisores.
Uso de metodología BIM: La implementación de la metodología BIM, definida como Building Information Modeling, representa un enfoque integral para la gestión de la información a lo largo de todo el ciclo de vida de un proyecto. En este caso, se ha adoptado una perspectiva más moderna, entendiendo BIM como Better Information Management. Este enfoque permite la creación y gestión de modelos digitales tridimensionales que integran información geométrica, cronológica, económica y ambiental, optimizando los procesos de diseño, construcción y mantenimiento.
En la etapa inicial, el uso de BIM facilito la coordinación entre arquitectos, ingenieros y otros profesionales, permitiendo el desarrollo de un modelo digital del estadio como:
Sin embargo, durante la construcción el BIM ha permitido la vinculación del modelo digital con cronogramas de obra (4D) y análisis de costos (5D), sirviendo como referencia para la supervisión y control de calidad. Se emplean herramientas de realidad aumentada y dispositivos móviles para comparar el avance real con el proyectado, identificando desviaciones de manera temprana.
Una vez finalizada la obra, se espera que el modelo BIM se convierte en un gemelo digital del estadio, proporcionando información valiosa para la gestión del mantenimiento preventivo y correctivo, así como para futuras remodelaciones.
El proyecto ha requerido la integración de proveedores de diferente índole y experiencia, así como también nacionales e internacionales, por tanto, la coordinación de las diferentes normativas. Del mismo modo, la integración al flujo de trabajo general del contratista ha presentado un desafío importante.
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